Psicología: El proceso del Alma (I)

Este el primero de una serie de vídeos que publicaré quincenalmente sobre psicología.



"Psico" (psique, alma) "-logía" (estudio), es el análisis de los procesos anímicos, o sea, de aquello que te angustia, te excita, te impulsa... pero también de aquello que mueve al mundo.

Llega un momento en que la inquietud, que quizás siempre estuvo ahí, consigue hacerse escuchar, a través de un síntoma, a través de una depresión o a través de la fatalidad.

Si te mantienes fiel a las grandes figuras que dominan tu vida, a través de las cuales buscas "seguridad" bajo el signo de la mano dura, llega un momento en que lo que se espera de ti y lo que realmente hay en ti, te llevan a una contradicción insuperable. Ahí se produce la alienación, la neurosis y, por consiguiente, el sufrimiento ¿Y qué haces entonces con esta patata caliente?

Puedes acusar a la sociedad, al trato recibido en la infancia o a la corrupción de los políticos, pero creyéndote una "víctima inocente" no reconoces tu parte en el juego, en el cual, quieras o no, estás contribuyendo como integrante del espíritu de nuestro tiempo. Por ejemplo, si las revistas hablan de que hay que ser delgado, pues uno quiere ser delgado, o si el mercado habla de que hay que tener dinero o de lo contrario no vales nada, pues uno se rompe la espalda en condiciones injustas para obtener ese dinero, o si sientes que por no tener familia eres una marginado, pues irás en busca de reparar esta ofensa, y todo esto sin cuestionar ni un solo momento los prejuicios que crean estas dolorosas valoraciones, porque esto querría decir cuestionarte a ti mismo. Al fin y al cabo, uno solo quiere pasar de estar abajo a estar arriba, salir ganador, en vez de detenerse por un momento y cuestionar los valores que causan este sufrimiento.

Ante la angustia frente a una ruptura sentimental, un fracaso, o una contrariedad, bien puede ser que busques ser compensado, y mires con desdén cualquier cosa que no te sirva para alcanzar tus objetivos. Si yo ahora te hablo de atender amorosamente a lo que se presenta, sea lo que sea, aunque lo veas como lo peor, me vas a decir que esto no te parece una buena idea. Ahí todavía no te has dado cuenta de que el síntoma no ha venido para que tú lo cambies, sino para cambiarte a ti.

Que te sientas como alguien especial o que te sientas víctima de las circunstancias (que para el caso es lo mismo), solo es una manera de dar la espalda a la realidad, tanto si te buscas excusas interiores como exteriores. Porque la importante no es ni lo que hay dentro ni lo que hay fuera, sino lo que hay en lo que hay entre, las gafas a través de las que miro, en la manera de vivir lo que se presenta.

¿Cómo es que hay situaciones que me sacan de mis casillas cuando a otras personas parece no afectarles? ¿Cómo es que esto otro me obsesiona totalmente o me deja hundido? ¡Qué impotencia cuando esto ocurre! ¿verdad? Aquí hay otro que está hablando, que aunque hable a través de ti no es algo que tú controles, y pide ser escuchado.

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