Dependencia emocional y adicción a las relaciones
Si un individuo es capaz de amar productivamente, también
se ama a sí mismo; si sólo sabe amar a los demás, no sabe amar en absoluto.
Erich Fromm, El arte de Amar
Monroe fue adicta a las relaciones |
A continuación extractos a modo de resumen de los pasos para la recuperación de la adicción a las relaciones y la dependencia emocional, que Robin Norwood (1) desarrolla ampliamente en su libro "Las mujeres que aman demasiado" de 1985. Los pasos son sencillos, pero no fáciles. Todos son
igualmente importantes y aparecen en la lista en el orden cronológico más
típico:
1. Busque ayuda.
El primer paso en la búsqueda de ayuda puede implicar desde
la consulta de un libro pertinente en la biblioteca (lo cual puede requerir una
enorme cantidad de coraje; ¡una se siente como si todo el mundo estuviera
mirando!) hasta concertar una cita con un terapeuta. Puede significar una
llamada anónima a una línea de emergencia para hablar de lo que usted siempre
se esforzó tanto por mantener en secreto, o ponerse en contacto con una agencia
de su comunidad que se especialice en la clase de problemas que usted enfrenta,
ya sea coalcoholismo, una historia de incesto, una pareja que la golpea, o lo
que sea. Puede significar averiguar dónde se reúne un grupo de autoayuda y
reunir el coraje para asistir, o tomar una clase a través de la educación para
adultos, o ir a un centro de asesoramiento que se ocupe de su tipo de
problemas. Incluso puede significar llamar a la policía. Básicamente, buscar
ayuda significa hacer algo, dar el primer paso, extender la mano. Es muy
importante entender que buscar ayuda no significa amenazar a su pareja
con el hecho de que usted está pensando en hacerlo. Un movimiento así,
por lo general, es un intento de chantajearlo para que se corrija de modo que
usted no tenga que exponerlo públicamente como la pésima persona que es. Déjelo
fuera del asunto. De otro modo, buscar ayuda (o amenazar con hacerlo) será
apenas un intento más de manejarlo y controlarlo. Trate de recordar que está
haciendo esto por usted.
2. Haga que su recuperación sea la primera prioridad en su
vida.
Hacer que su recuperación sea su primera prioridad significa
decidir que, no importa lo que se requiera, usted está dispuesta a seguir esos
pasos para ayudarse. Ahora bien, si eso le parece extremo, piense un momento
hasta qué extremos estaría dispuesta a llegar para hacerlo cambiar a él, para
ayudarlo a él a recuperarse. Entonces desvíe la fuerza de esa energía
hacia usted misma. Aquí la fórmula mágica es que, si bien todo su trabajo y
todos sus esfuerzos no pueden cambiarlo a él, usted sí puede, con el
mismo gasto de energías, cambiarse a sí misma. Entonces, use su poder donde
pueda surtir efecto: ¡en su propia vida!
3. Busque un grupo de apoyo integrado por pares que la
entiendan.
Encontrar un grupo de apoyo integrado por pares que
comprendan puede requerir cierto esfuerzo. Si el grupo específico que mejor se
adapta a sus necesidades no existe en su comunidad, busque un grupo de apoyo en
el que las mujeres traten sus problemas de dependencia emocional con respecto a
los hombres, o inicie su propio grupo (2). En el Apéndice encontrará pautas
para formar su propio grupo.
Un grupo de apoyo de pares no es una reunión no estructurada
de mujeres que hablan de todas las cosas horribles que les han hecho los
hombres, ni sobre las malas pasadas que les ha hecho la vida. Un grupo es un
lugar donde trabajar para su propia recuperación. Es importante hablar de
traumas pasados, pero si descubre que usted u otras mujeres relatan largas
historias con muchos "él dijo... y entonces yo le dije...", es
probable que esté en la senda equivocada, y quizá también en el grupo
equivocado. La empatía sola no provocará la recuperación. Un buen grupo de
apoyo se dedica a ayudar a mejorar a todas las que asisten e incluye a algunos
miembros que han logrado cierto grado de recuperación y que pueden
compartir con las recién llegadas los principios por los cuales lo lograron.
4. Desarrolle su lado espiritual mediante la práctica diaria.
Bueno, significa distintas cosas para las distintas
personas. Para algunas de ustedes, la idea en sí resulta de inmediato
repelente, y quizás usted se esté preguntando si puede saltar este paso. No
quiere saber nada de ese asunto de "Dios". Para usted, tales
creencias son inmaduras e ingenuas, y usted es demasiado sofisticada para
tomarlas en serio.
Otras tal vez ya estén rezando con decisión a un Dios que no
parece escucharlas. Les han dicho lo que está mal y lo que necesitan componer y
aun así se sienten muy mal. O quizá han rezado tanto durante tanto tiempo sin
obtener resultados visibles que se han enfadado, se han dado por vencidas, o se
sienten traicionadas y se preguntan qué cosa terrible han hecho para merecer
ese castigo.
Tenga usted o no una creencia en Dios —y, si la tiene, hable
con él o no—, igualmente puede practicar este paso. Desarrollar su
espiritualidad puede significar en gran medida seguir el camino que usted elija.
Aun cuando usted sea cien por ciento atea, tal vez le produzca placer y solaz
una caminata tranquila, o contemplar una puesta de sol o algún aspecto de la
naturaleza. Este paso incluye cualquier cosa que la lleve más allá de sí misma,
hasta una perspectiva más amplia de las cosas. Averigüe qué es lo que le da paz
y serenidad y dedique un poco de tiempo, al menos media hora diaria, a esa
práctica. Por angustiantes que sean sus circunstancias, esta disciplina puede
traerle alivio e incluso consuelo.
Desarrollar su espiritualidad, sea cual fuere su orientación
religiosa, básicamente significa abandonar la obstinación, la decisión
de hacer que las cosas sucedan como creemos que deben suceder. En cambio, usted
debe aceptar el hecho de que quizá no sepa lo que es mejor en una situación
dada para usted misma o para otra persona. Es posible que haya resultados y
soluciones que usted nunca tuvo en cuenta, o quizá los que usted más temió y
trató de evitar sean exactamente lo que se necesita para que las cosas
comiencen a mejorar. Obstinación significa creer que usted sola tiene todas las
respuestas. Abandonar la obstinación significa estar dispuesta a permanecer
quieta, a abrirse, y a esperar asesoramiento para usted misma. Significa
aprender a deshacerse del miedo (todos los "¿y si...?") y la
desesperación (todos los "si tan sólo...") y reemplazarlos con
declaraciones y pensamientos positivos sobre su vida (3).
5. Deje de manejar y controlar a los demás.
Punto vinculado a La Luna (4) |
Dejar de manejarlo y controlarlo significa no ayudarlo ni
aconsejarlo. Supongamos que este otro adulto a quien usted está ayudando y
aconsejando tiene tanta capacidad como usted para encontrar un empleo, un
apartamento, un terapeuta, una reunión de Alcohólicos Anónimos, o cualquier otra cosa que
necesite. Quizá no tenga tanta motivación como usted para encontrar esas
cosas para sí mismo, o para solucionar sus propios problemas. Pero cuando usted
trata de solucionarle sus problemas, él queda liberado de su propia
responsabilidad por su propia vida. Entonces usted queda a cargo del bienestar
de él, y cuando sus esfuerzos fallan, él la culpará a usted.
Permítame darle un ejemplo de cómo funciona esto. Con
frecuencia recibo llamadas de esposas y novias que desean concertar una cita
para su pareja. Yo siempre insisto en que sean los hombres quienes concierten
la cita. Si la persona que se supone será el paciente no tiene suficiente
motivación para elegir su propio terapeuta y concertar su propia cita, ¿cómo
espera estar motivado para seguir en terapia y trabajar por su propia
recuperación? Antes, en mi carrera de terapeuta, yo solía aceptar esas citas,
pero después siempre recibía otra llamada de la esposa o novia para decirme que
él había cambiado de idea respecto de consultar a alguien, o que no quería ver
a una mujer terapeuta, o que quería ver a alguien con distintas credenciales.
Entonces esas mujeres me preguntaban si podía recomendarles a otro profesional
a quien pudieran llamar para concertar otra cita para él. Aprendí a no aceptar
nunca citas concertadas por alguien que no fuera el paciente y a pedir a esas
esposas y novias que vinieran a verme por ellas mismas.
No dirigirle ni controlarlo también significa salirse del
rol de alentarlo y elogiarlo. Es probable que usted haya utilizado esos métodos
para tratar de que él hiciera lo que usted quería, y eso significa que se han
convertido en herramientas para manipularlo. El elogio y el aliento están muy
cerca de la presión, y cuando usted hace eso nuevamente está tratando de
controlar la vida de él. Piense por qué usted alaba algo que él ha hecho. ¿Lo
hace para ayudar a elevar su amor propio? Eso es manipulación. ¿Lo hace para
que él continúe con la conducta que usted está elogiando? Eso es manipulación.
¿Lo hace para que él sepa lo orgullosa que está? Eso puede ser una carga pesada
para él. Deje que él desarrolle su propio orgullo a partir de sus propios
logros. De otro modo, se acercará peligrosamente a un rol de madre para con él.
El no necesita otra madre (¡por mala que haya sido su madre!) y, lo que es más
pertinente: usted no necesita que él sea su hijo.
Significa dejar de observarlo. Preste menos atención a lo que
él está haciendo y más atención a su propia vida. A veces, cuando usted
comience a abandonar estas conductas, su pareja "elevará su apuesta
inicial", por así decirlo, para que usted siga observándolo y sintiéndose
responsable por el resultado. De pronto, las cosas pueden ir de mal en peor
para él. ¡Deje que así sea! El debe solucionar sus propios problemas, no usted.
Deje que él asuma toda la responsabilidad por sus problemas y todo el crédito
por sus soluciones. Manténgase afuera. (Si usted está ocupada con su propia
vida y practicando su propio desarrollo espiritual, le resultará más fácil
apartar los ojos de él.)
Significa desprenderse. Para eso es necesario que usted
desembarace su ego de los sentimientos de él y, especialmente, de sus acciones
y los resultados de las mismas. Es necesario que usted le permita ocuparse de
las consecuencias de su conducta, que no lo salve de su dolor. Puede continuar queriéndolo,
pero no lo cuide. Permítale encontrar su propio camino, tal como
usted está tratando de encontrar el suyo.
6. Aprenda a no "engancharse" en los juegos.
El concepto de juegos según se aplican entre dos personas
proviene del tipo de psicoterapia conocida como análisis transaccional. Los
juegos son formas estructuradas de interacción que se emplean para evitar la
intimidad. Todo el mundo recurre a veces a los juegos en sus interacciones,
pero en las relaciones insalubres los juegos abundan. Son maneras
estereotipadas de reaccionar que sirven para evitar cualquier intercambio
genuino de información y sentimientos, y permiten a los participantes poner en
manos del otro la responsabilidad por su bienestar o su angustia. Típicamente,
los roles que juegan las mujeres que aman demasiado y sus parejas son
variedades de las posiciones de rescatador, perseguidor y víctima. En un
intercambio típico, cada miembro de la pareja juega cada uno de estos roles
muchas veces. Designaremos el rol de rescatador como (R) y lo definiremos como
"quien trata de ayudar"; el rol de perseguidor como (P) y lo
definiremos como "quien trata de culpar", y el rol de víctima como
(V), definido como "quien está libre de culpa e indefenso". El
siguiente libreto ilustrará el funcionamiento de este juego:
Tom, que a menudo vuelve tarde a casa, acaba de llegar a
su dormitorio. Son las 11.30 de la noche y su esposa, Mary, comienza.
MARY (llorosa): (V) ¿Dónde estabas? He estado
preocupadísima. No podía dormir, y tenía miedo de que hubiera habido un
accidente. Tú sabes cómo me preocupo. ¿Cómo pudiste dejarme así sin al menos
llamarme para decirme que seguías vivo?
TOM (en tono apaciguador): (R) Oh, querida, lo
siento. Pensé que estarías dormida y no quería despertarte con una llamada. No
te enfades. Ya volví y te prometo que la próxima vez te llamaré. En cuanto me
prepare te masajearé la espalda y te sentirás mejor.
MARY (enfadándose): (P) ¡No quiero que me toques!
¡Dices que la próxima vez llamarás! Bromeas. La última vez que pasó esto
dijiste que llamarías, ¿y lo hiciste? ¡No! No te importa si yo estoy aquí
pensando que estás muerto en la calle. Nunca piensas en los
demás, así que no sabes lo que es preocuparse por alguien querido.
TOM (desvalido): (V) Querida, eso no es cierto. Sí
pensaba en ti. No quería despertarte. No sabía que te enfadarías. Sólo trataba
de ser considerado. Parece que haga lo que haga, me equivoco. ¿Y si te hubiese
llamado y tú hubieras estado dormida? Entonces yo sería un imbécil por haberte
despertado. Nunca puedo ganar.
MARY (cediendo): (R) Bueno, eso no es verdad. Es sólo
que eres muy importante para mí; quiero saber que estás bien, que no te han
atropellado por ahí. No estoy tratando de hacerte sentir mal; sólo quiero que
entiendas que me preocupo por ti porque te quiero mucho. Lamento haberme
enfadado tanto.
TOM (presintiendo una ventaja): (P) Bueno, si te
preocupas tanto, ¿por qué no te alegra verme cuando llego a casa? ¿Cómo es que
me recibes con todos estos reproches sobre dónde he estado? ¿Acaso no confías
en mí? Me estoy cansando de tener que explicarte todo siempre. ¡Si confiaras en
mí te dormirías, y cuando yo llegara te alegrarías de verme en lugar de atacarme!
A veces pienso que simplemente te gusta pelear.
MARY (levantando la voz): (P) ¡Alegrarme de verte!
¿Después de estar aquí dos horas pensando dónde estarías? Si no confío en ti es
porque nunca haces nada para que confíe en ti. ¡No llamas, me culpas por enojarme,
y después me acusas de no ser agradable contigo cuando al fin llegas! ¿Por qué no
vuelves adonde estabas, donde sea que hayas estado toda la noche?
TOM (en tono conciliador): (R) Mira, sé que estás
enojada, y mañana tengo mucho trabajo. ¿Y si te preparo una taza de té? Eso es
lo que necesitas. Después me daré una ducha y vendré a la cama. ¿De acuerdo?
MARY (llorando): (V) Tú no entiendes lo que es
esperar y esperar, sabiendo que podrías llamar pero no lo haces, porque
no soy tan importante para ti...
¿Nos detenemos aquí? Como podrán ver, estos dos podrían
seguir intercambiando lugares en su triángulo de posiciones como rescatador,
perseguidor y víctima durante muchas horas o días más, incluso años. Si usted
se encuentra respondiendo a cualquier declaración o acción de otra persona
desde cualquiera de estas posiciones, ¡cuidado! Usted está participando en un
ciclo sin ganador de acusación, refutación, culpa y contraculpa que no tiene
sentido, es fútil y degradante. Deténgase. Deje de tratar que las cosas salgan
como usted quiere mostrándose amable, enfadada o indefensa. Cambie lo que
pueda, ¡Y eso significa cambiarse usted misma! Deje de necesitar ganar. Deje
incluso de necesitar pelear, o hacer que él le dé una buena razón o excusa por
su comportamiento o su abandono. Deje de necesitar que él se arrepienta lo
suficiente.
7. Enfrente con coraje sus propios problemas y defectos.
Enfrentar sus problemas significa que, habiendo renunciado a
manejar y controlar a otros y a los juegos, ahora no le queda nada para
distraerla de su propia vida, de sus problemas y de su dolor. Este es el
momento en que usted necesita empezar a mirarse en profundidad, con la ayuda de
su programa espiritual, su grupo de apoyo y su terapeuta, si lo tiene. No
siempre es necesario tener un terapeuta para este proceso. En los programas de
Anónimos, por ejemplo, las personas que han experimentado una gran medida de
recuperación pueden convertirse en patrocinadores de los recién llegados, y en
ese rol a menudo ayudan a sus patrocinados a atravesar ese proceso de autoanálisis.
Significa también que usted examine a fondo su vida actual,
tanto lo que la hace sentir bien como lo que la hace sentir incómoda o infeliz.
Haga listas de ambas cosas. Y también examine el pasado. Examine todos sus
recuerdos, buenos y malos, sus logros, sus fracasos, las veces que se vio
lastimada y las veces que usted lastimó a otros. Examínelo todo, nuevamente por
escrito. Concéntrese en áreas de especial dificultad. Si el sexo es una de esas
áreas, escriba una historia sexual personal completa. Si los hombres siempre
han sido un problema para usted, comience por sus primeras relaciones con ellos
y, nuevamente, haga una historia completa. ¿Sus padres? Utilice la misma
técnica con ellos. Comience por el principio y escriba. Hay mucho que escribir,
es cierto, pero es una herramienta valiosísima que la ayudará a clasificar su
pasado y a empezar a reconocer los patrones, los temas repetitivos, en sus
luchas, con usted misma y con los demás.
Cuando inicie este proceso, haga un trabajo lo más completo
que pueda antes de detenerse. Esta es una técnica que usted querrá volver a
utilizar más adelante, cuando surjan áreas problemáticas. Es probable que al
principio se concentre. en las relaciones. Más tarde, en otro momento, quizá
desee escribir su historial de trabajos, qué sentía respecto de cada uno de
ellos antes de empezar, durante el tiempo en que estuvo empleada allí y
después. Simplemente deje que sus recuerdos, sus pensamientos y sus
sentimientos fluyan. No analice lo que escribe en busca de patrones sobre la
marcha; hágalo después.
8. Cultive lo que necesite desarrollar en usted misma.
Cultivar lo que necesite desarrollar en usted misma
significa no esperar que él cambie antes de seguir con la vida. Esto también
significa no esperar el apoyo de él —en cuestiones financieras, emocionales o
prácticas— para iniciar lo más posible su carrera, o cambiar su carrera, o
retomar los estudios, o lo que usted desee hacer. En lugar de subordinar sus
planes a la cooperación de él, actúe como si no tuviera nadie más que usted
misma en quien apoyarse. Cubra todas las contingencias —el cuidado de los
hijos, dinero, tiempo, transporte— sin usarlo a él como recurso (¡ni como
excusa!). Si, mientras lee esto usted está protestando que sin la colaboración
de él sus planes son imposibles, considere sola, o con una amiga, cómo lo haría
si no lo conociera. Descubrirá que es muy posible hacer que la vida funcione
bien para usted cuando deje de depender de él y haga uso de todas sus otras
alternativas (5).
Cultivarse significa actuar en pro de sus intereses. Si
usted ha estado demasiado ocupada con él por demasiado tiempo y no tiene vida
propia, entonces comience por tomar muchos caminos distintos para averiguar qué
le atrae. Esto no es fácil para la mayoría de las mujeres que aman demasiado.
Dado que ese hombre fue su proyecto durante tanto tiempo, se sienten incómodas
al pasar a concentrarse en sí mismas y analizar lo que es bueno para su
crecimiento personal. Esté dispuesta a probar por lo menos una actividad nueva
por semana. Vea la vida como si fuera una mesa de platos variados, y sírvase
muchas experiencias distintas para poder descubrir qué la atrae.
Cultivarse significa correr riesgos: conocer gente nueva,
entrar a un aula por primera vez en años, hacer un viaje sola, buscar un
empleo... cualquier cosa que usted sepa que necesita hacer pero no ha podido
reunir el coraje suficiente para emprenderla. Este es el momento de
zambullirse. En la vida no hay errores, sino sólo lecciones, de modo que
salga y permítase aprender algo de lo que la vida quiere enseñarle. Utilice su
grupo de apoyo como fuente de aliento y realimentación. (No recurra a su
relación ni a aquella familia disfuncional de origen en busca de aliento. Ellos
necesitan que usted siga siendo la misma, para poder seguir siendo los mismos.
No se sabotee usted misma ni a su crecimiento apoyándose en ellos.)
9. Vuélvase "egoísta".
Al igual que la palabra espiritualidad en el paso 4,
aquí la palabra egoísta necesita una cuidadosa explicación. Es probable
que evoque imágenes exactas de lo que usted no quiere ser: indiferente, cruel,
desconsiderada, egocéntrica. Para algunas personas, el egoísmo puede significar
todo eso, pero recuerde que usted es una mujer que tiene un historial de amar
demasiado. Para usted, volverse egoísta es un ejercicio necesario para
renunciar al martirio. Examinemos qué significa un egoísmo sano para las
mujeres que aman demasiado.
Usted coloca su bienestar, sus deseos, su trabajo, juegos,
planes y actividades en primer lugar en vez de último; antes, y no después de
que estén satisfechas las necesidades de los demás. Aun cuando usted tenga
hijos pequeños, incorpora a su día algunas actividades puramente en beneficio
propio.
Usted espera e incluso requiere que las situaciones y las
relaciones sean cómodas para usted. No trata de adaptarse a las incómodas.
Cree que sus deseos y necesidades son muy importantes, y que
es su tarea satisfacerlos. Al mismo tiempo, concede a los demás el derecho de
responsabilizarse por sus propios deseos y necesidades.
10. Comparta con
otros lo que ha experimentado y aprendido.
Compartir sus experiencias con otros significa recordar que
éste es el último paso en la recuperación, no el primero. Ser demasiado
dispuestas a ayudar y concentramos demasiado en los demás es parte de nuestra
enfermedad, de modo que espere hasta haber trabajado duro en pro de su propia
recuperación antes de emprender este paso.
En su grupo de apoyo de pares, significa compartir con las
recién llegadas cómo era la vida antes para usted y cómo es ahora. Eso no
significa aconsejar, sino sólo explicar lo que dio resultado para usted.
Tampoco significa dar nombres ni echar la culpa a otros. A esta altura de la
recuperación usted ya sabe que el culpar a otros no la ayudará.
Compartir con otros significa también que cuando conozca a
alguien que tiene antecedentes similares o se encuentra en una situación
parecida a la que tuvo usted, está dispuesta a hablar de su propia recuperación
sin necesidad de coaccionar a esa persona para que haga lo que usted hizo para
recuperarse. Aquí no hay lugar para manejar ni controlar, como tampoco lo había
en su relación.
Compartir puede significar dedicar algunas horas como
voluntaria para ayudar a otras mujeres, tal vez trabajando en una línea
telefónica de emergencia o en reuniones personales con alguien que ha pedido
ayuda.
Finalmente, puede significar educar a las profesiones médicas y de asesoramiento psicológico acerca del enfoque y tratamiento apropiados para usted y mujeres como usted.
Finalmente, puede significar educar a las profesiones médicas y de asesoramiento psicológico acerca del enfoque y tratamiento apropiados para usted y mujeres como usted.
Notas de Sergi Ferré:
Robin Norwood |
1) Robin Norwood, psicóloga y escritora, es autora también de los libros "Cartas de las mujeres que aman demasiado" (1996), "Por qué a mí, por qué esto, por qué ahora" (1997) y "Meditaciones para las mujeres que aman demasiado" (2004).
Su libro "las mujeres que aman demasiado" (1985) establece un importante precedente en la denuncia y tratamiento del grave problema del amor enfermo, que ya planteó Erich Fromm en su libro de los setenta "El arte de amar", y que cada vez causa más sufrimiento en nuestra sociedad.
2) En Barcelona existe un grupo de apoyo en formación para personas con adicción a las relaciones. Para visitar su blog sigue este enlace.
3) Una escritora muy recomendable que conecta con el cristianismo, aunque no llega a hacerse cristiana oficialmente, es Simone Weil. Su experiencia de Cristo es íntima, no ortodoxa, por lo tanto no acepta los sacramentos de la iglesia, a pesar de que vive con profundidad el símbolo del cristianismo. Puedes leer siguiendo este enlace una selección de sus reflexiones.
2) En Barcelona existe un grupo de apoyo en formación para personas con adicción a las relaciones. Para visitar su blog sigue este enlace.
3) Una escritora muy recomendable que conecta con el cristianismo, aunque no llega a hacerse cristiana oficialmente, es Simone Weil. Su experiencia de Cristo es íntima, no ortodoxa, por lo tanto no acepta los sacramentos de la iglesia, a pesar de que vive con profundidad el símbolo del cristianismo. Puedes leer siguiendo este enlace una selección de sus reflexiones.
4) Este paso y los pasos siguientes sobre la manipulación consciente o inconsciente que uno hace de su entorno (por miedo a lo que pueda pasar), están vinculado a aspectos del proceso que se simbolizan en La Luna del tarot.
5) Ver también el artículo relacionado: Emperador vs. Emperatriz: Eternamente inocentes.
5) Ver también el artículo relacionado: Emperador vs. Emperatriz: Eternamente inocentes.